18 binomios compitieron en la Arroyo de la Luz (Cáceres), población con una arraigada cultura del caballo y que ostenta el lema de ‘Ciudad Europea de los Caballos’, que con el esfuerzo de sus habitantes y de la Asociación Amigos del Caballo las Cuatro Esquinas lo conseguirán. 17 jinetes –el maestro ‘Pajito’ compitió en la población cacereña con dos ejemplares, una muestra de pundonor, magisterio, tradición y amor y respeto a la vaquera–. Sólo dos extremeños. El resto, andaluces. Estaba en juego la clasificación en un concurso fuera de la federación a la que pertenecen los jinetes. No estuvieron los mejores. Pero sí estuvo el recuerdo de hace un año en Arroyo de la Luz. Y el recuerdo de hace unas semanas en Tocina y los Rosales (Sevilla). Los juzgadores eran el sempiterno Manuel Baena, acompañado de otro juez con numerosos concursos a su espalda, Manuel Jurado, y del pacense Antonio Vicente Cañada Sánchez, de la Comisión de Disciplina de Vaquera de la Federación Extremeña. El delegado de la Española, José Julián Marrón Sánchez, que el año pasado estuvo como vocal en el Campeonato de España. Nada nuevo bajo el Sol. Sólo que el actual campeón de la Copa del Rey, que el año pasado consiguió el triunfo en esta pista en esta competición, fue a reivindicar el título de Campeón de España. No salió con un caballo nuevo, como en Tocina, en donde concursó con un caballo que le dará triunfos pero que en la arena de la población sevillana sólo creó dudas: para tres jueces fue campeón, para dos, ni siquiera lo hubieran clasificado para la final de diez. Arcos llevó a Arroyo de la Luz a su caballo mejor, a ‘Orujo’, con el que había alzado orgulloso otra Copa del Rey en Colmenar Viejo (Madrid), hace unas semanas. Rafael sacó toda la esencia vaquera que tiene y toda su profesionalidad. Salió con la humildad de los grandes –aunque vaquero joven ya se encuentra en el Olimpo de los mejores– a hacer vaquera. No importaban los jueces que estuvieran. Llevó lo mejor de él y de sus caballos. Eso es vergüenza vaquera –la misma que hubo entre los jinetes de Tocina–. La vaquera está viva. Arcos se impuso sin contemplación al resto de jinetes. Los jueces lo vieron así y cada uno de otorgó diez puntos más que el segundo. Fueron al final 277,17. Rafael compitió con su mejor caballo. Lo único que le importa es demostrar lo que es, un gran campeón, y eso es lo que esperan los aficionados. Tras el umbreteño, Pedro Manuel García Daza, montando el vaquero de Manzanilla (Huelva) a ‘Hortelano’, uno de los caballos más regulares de este año, con una nota media final de 267,17. Tercero, Juan Manuel Cadena Ledesma con ‘Quejío’. El moguereño, con este ejemplar tan prometedor desde el principio de temporada, consiguió una puntuación media de 265’33. Córdoba está a 55 días de proclamar al nuevo campeón de España. En Tocina, Diego Peña, Amador Martín, Álvaro Teba, José Antonio Rodríguez, José Ramón Pérez, Francisco de Paula Ortega, Jonatán Cordero, etcétera, demostraron que la vaquera está viva, sin necesidad de recurrir a los grandes maestros o al pellizco. En Arroyo de la Luz, la vaquera salió con esperanza. Rafael Arcos demostró quién es. Un competidor nato. Un vaquero hasta la médula. Que los jueces acompañen a estos intrépidos jinetes en Córdoba. Que la vaquera triunfe por encima de criterios e intereses. Que el segundo se quede confortado sabiendo que el primero ha sido mejor, no que el jurado lo ha considerado así. Es el esfuerzo, la cultura, la sabiduría y el amor a la vaquera lo que los convierte en campeones. El jurado no debe ser quien reparta su justicia, sino testigo de la verdad. Desde Tocina se espera un nuevo tiempo para la vaquera. Que se refresque la sangre, como en la ganaderías. Nuevos criterios para estos jinetes.
CLASIFICACIÓN
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