Scott Brahs ha vuelto a demostrar en el Palexpo de Ginebra por qué es el número uno del mundo. En una prueba en la que han participado exclusivamente10 de los mejores jinetes del mundo, a dos rondas con desempate, el británico ha sido el brillante vencedor ‘Hello Sanctos’, el ejemplar de deporte belga de 12 años que montó Katharina Offel, hijo de ‘Quasimodo van de Molendref’ por ‘Nabab de Reve’. Brash realizó un doble cero, con unos recorridos en los que el riesgo y la velocidad fueron la tónica. El segundo lugar correspondió al francés Patrice Delaveau, que tuvo el mismo fallo que en los Juegos Ecuestres Mundiales, un punto de penalización en el primer recorrido por exceso de tiempo, con el holsteiner de 10 años ‘Lacrimoso HDC’. El tercer puesto fue para el suizo Steve Guerdat que antes de entrar en el segundo, precedido de una primera ronda sin penalizar, perdió una herradura su caballo, por lo que tuvo que herrarse a prisa. El helvético realizó el recorrido más rápido pero cometió un derribo con el silla francés ‘Alfuehren’s Paille’. Este concurso está organizado por los propios jinetes a través de la IJRC y está considerado como una de las pruebas anuales más exigentes.
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