El hannoveriano castrado, de capa castaña oscura, de 19 años ‘Salinero’, compañero inseparable de Anky van Grunsven, se despidió el jueves de la alta competición en el cuadrilongo de Bravant o ‘s-Hertogenbosch, tras conquistar dos oros olímpicos individuales en Atenas y Pekín, una plata por equipos también en Pekín, y un bronce colectivo en los juegos londinenses. En la Kür que culminó su carrera deportiva, el binomio estuvo acompañado con música en directo a cargo del pianista Wibi Soejardi, que compuso la música para la Kür con la que ganó el oro en Pekín: ‘Dance of devotion’. Se va uno de los caballos míticos en la arena de la clásica, pero queda una de las amazonas de leyenda en la dressage, Anky van Grunsven.
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